Capitulo 3

Pase todo el almuerzo, mirando mi plato no quería ni mirarlo, sentí su mirada en mi. Pero trate de ignorarlo, hasta que no me aguante más.

-Deja de mirarme-Le alce la voz- Tengo algo en la cara o ¿que?

-No me grites ________- Mirándome sorprendido, de la manera como le había gritado- Discúlpame mi amor. Por favor- Puso la cara tan tierna, que hizo que me se arrugara el corazón, era tan difícil hacerse la dura cuando él me miraba así.

No le respondí, mire hacia el suelo. Se escuche la silla rechinar, se había levantado, acerco la silla cerca de mi.

-No nos iremos, hasta que me disculpes, no quiero pelear contigo ______ ni menos por cosas del pasado. Amo la idea de tener una familia contigo pero ahora con tanto trabajo- Hizo una pausa- Solo quiero compartir mi vida con la mujer que amo-Me tomo del mentón, obligado a que lo viera fijamente a los ojos- Te amo- Se inclino para besarme, pero me quite-Vamos _______ ya me disculpe, que quieres de mi. ¿Que me arrodille de nuevo? bueno esta bien lo haré-Hizo un ademán para agacharse, pero se lo impedí y me eche a reír.

-No hagas eso. Esta bien te disculpo- Me le acerque le dio un beso.

-Gracias, gracias gracias, juro no volver a llamarte de esa forma. Aquí el único inmaduro soy yo.

-Pues si- Me reí- Ya no importa, no quiero arruinar nuestra felicidad.

-Yo tampoco. Vamos a pedir la cuenta, quiero irme a casa-Me guiño el ojo, esa expresión en su mirada ya la había visto antes, ese fuego en esos ojos cafés. Sentí que me estremecía de pies a cabeza, pidió la cuenta al mesero, cuando pago, nos fuimos agarrados de la mano hasta la camioneta directo a casa, el trayecto fue corto, yo entre primero me quite el abrigo, escuche la puerta cerrarse a mis espaldas, las delicadas y tiernas manos de Ray sobre mi cintura, me dio un beso y luego paso a mi cuello. Me gire quedando cerca de él, lo bese con tanta intensidad cerrando los ojos entregándome sus besos, me pego suavemente a la pared dejándome sin escapatoria, paso su mano lentamente en mi pierna, mi respiración era agitada, una electricidad corría por todo mi cuerpo. Después de unos segundos reaccione.

-Espera, espera. Puede venir alguien-Aun sin el dejar de besarme.

-No nadie va a venir, sabes que- Me tomo en sus brazos-No perdamos tiempo.

-Ja ja ja, sin duda perdiste lo de caballero-Me aferre a su nuca, mientras iba besándolo. Comenzó a subir la escalera. Escuche la voz de una mujer que provenía de la sala. Abrí ojos y note que era la señora de servicio.

-Disculpe Jefe-Ray no le quedo de otra que bajarme.

-Dime.

-Es que en la sala lo esperan los señores __________ (tu apellido)

-¿Mis padres?-Grite con emoción, baje las escaleras, entre a la sala de estar, estaban sentados, comencé a llorar al verlos, cuando se levantaron los abrace ambos-Como los extrañe, los amo.

-Nosotros a ti Hija- Me dijieron mis padres aun mientras los abrazaba.

Nos sentamos todos en la sala de estar, Roció nos trajo cafés a los cuatro.

-¿Pero era que un par de días? Me sorprendieron.

- Ja ja esa era la idea, estamos felices por su unión es un gran paso el que están tomando.

-Lo se señor _______(tu apellido) pero usted sabe que amo a su hija, la cuidare mas que a mi vida eso es seguro.

-Oye Raymond vas hacer mi yerno, así que dejemos las formalidades, dime ______(el nombre de tu papa)

Ray sonrió con cierta timidez.

-Esta bien ________(NP)

-Bueno yo vine también por que quería organizar todo con mi hija, ella quiere una boda de ensueño.

-Si, pero he cambiado de opinión, mejor quiero algo mas pequeño.

-Oh, me parece mejor. Además era muy poco tiempo para preparar algo grande.

-Por lo mismo. ¿Te parece mejor así, mi amor?- Le pregunte a Raymond.

-Si sabes que ese era mi idea desde el principio.

Como siempre él tenia la razón, me dije a mi misma.

-¿Donde se están quedando?

-En el mismo hotel, que nos quedamos hace 3 años. ¿Te acuerdas?

-Si, claro que me acuerdo.

-Pero por que no se vienen para acá, tengo muchos cuartos desocupados.

-No queremos incomodarlos- Dijo mi madre.

-No para nada, por mi encantado que se queden en mi casa.

-Gracias por la invitación.

Eran mis padres y los amo, pero a la vez no me gusto la idea que se quedaran, como íbamos a tener "intimidad" con ellos en el mismo techo, no estaba bajo mis principios.